Truco de salud: ¿cómo debe ser la cena perfecta?
Cuando hablamos de seguir una dieta equilibrada, debemos respetar una regla fundamental: repartir nuestra ingesta diaria en cinco comidas. Es decir, distribuir nuestro aporte calórico diario en cinco platos: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Esta historia ya la conocemos pero, en la práctica, ¿cuáles son los alimentos que deberíamos tomar para cenar?
No vale escudarse en la falta de ganas de cocinar o en querer terminar lo antes posible. La cena es una comida importante y debemos considerarla como tal. Nuestro metabolismo comienza a funcionar más lento al final del día, lo que ralentiza el proceso digestivo. Por ello, si no queremos acumular grasas fácilmente, no debemos tomar cualquier cosa.
Recomendaciones generales
Una cena saludable debe representar en torno a un 20 – 25% de las calorías diarias. Tendría que complementar al resto de alimentos que hemos tomado durante el día. Lo ideal es comer de forma ligera 2 horas antes de acostarnos. De esta forma facilitaremos la digestión y podremos conciliar mejor el sueño.
Alimentos recomendados:
- Verduras de todo tipo, ya sean en ensalada, hervidas… Puedes tomar una coca de verduras o una trenza de espinacas, por ejemplo.
- Frutas de todo tipo. Proporcionan a nuestro organismo fibras, minerales y vitaminas. ¿Qué tal si la integras en una ensalada como esta de aguacate con pollo?
- Cereales integrales: pan, arroz, pasta… Un clásico, que además integra verduras y huevo es el arroz chino 3 delicias, que puedes preparar con arroz integral.
- Carnes de ave, pescados y huevos: pollo, pavo, pato, merluza, atún, salmón… Aportan proteínas de gran calidad y de fácil asimilación. Puedes preparar salmón a la naranja, rollo de salmón y aguacate…
- Lácteos: queso fresco, yogur desnatado.
Acompaña tu cena siempre con agua. Facilitará la deglución de los alimentos y nos mantendrá hidratados.
Si quieres dormir placenteramente, prueba a tomar una infusión o vaso de leche caliente antes de acostarte. Ambas opciones tienen un alto nivel relajante.
A evitar:
- Fritos. Aportan muchas calorías, que no digeriremos correctamente por la noche, y nos dificultará dormir bien. Muchísimo mejor optar por alimentos hervidos, cocinados a la plancha, en el horno o en el microondas.
- Legumbres. Provocan digestiones pesadas. Con lo cual, no son una opción nada recomendable para culminar el día.
- Sólo cenar fruta. Aunque son una opción muy sana y nos aportan fibra, vitaminas y minerales, no debemos basar nuestra cena en ellos. Son alimentos poco saciantes, lo que puede provocar que nos acostemos con hambre.
- Ir a dormir justo después de cenar. Como comentábamos, lo ideal es esperar mínimo 2 horas antes de hacerlo.
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